Liberándonos del Sufrimiento


Personaje extraño es el hombre:
nacer no pide,
vivir no sabe,
morir no quiere
-Edward Balser


l. El ego y el espejismo del éxito

¿QUÉ ES EL EGO? UN BREVE ANÁLISIS


La palabra "ego" proviene del latín ego que significa yo. Aunque para entender científicamente qué es el ego, debo citar a uno de los personajes más importantes de la historia de la medicina y la psicología, Sigmund Freud, padre del psicoanálisis. A este célebre médico, lo que más le intrigó desde siempre fue la comprensión de la mente humana o psique, y fue así que se adentró profundamente en el campo de la psicología. Quienes en algún momento de nuestra vida estudiamos a Freud, sabemos que formuló muchas hipótesis acerca de la mente humana, siendo cinco de ellas las que más fama le dieron: hipótesis topográfica, estructural, dinámica, económica y genética. Para el estudio del presente libro, hablaremos de las dos primeras, las hipótesis topográfica y estructural de la mente humana.


En la hipótesis topográfica, Freud considera que los contenidos del aparato mental -imágenes, pensamientos y afectos- varían en cuanto a la facilidad en que éstos pueden ser traídos a la memoria, o, en otras palabras, al consciente. Divide el aparato mental en tres estratos.


En términos muy resumidos Freud estima que el aparato mental está separado en tres niveles horizontales o en tres estratos arreglados conforme o de acuerdo a la accesibilidad de sus contenidos al nivel de la conciencia o de "darse cuenta". Así, según Freud, en esta estructura se encuentra Íntimamente relacionado al cuerpo, y que actúa de acuerdo al principio primario de gratificación inmediata o "principio del placer". Otro de sus componentes es el ego, quien es el ejecutor de la personalidad, el que media entre las demandas del y el ambiente.


El ego opera de acuerdo al proceso secundario o "principio de realidad". Esto es lo que compete a nuestro estudio del ego, la relación que tú tienes con "una" realidad. Y sólo para terminar este brevísimo análisis de la hipótesis, el tercer componente es el superego, que es el lugar o sitio donde están alojadas las figuras de autoridad, los valores y las normas. Aquí en el superyo hay dos procesos de identidad, uno es el "yo ideal", los valores e ideales positivos aprendidos de los padres; y el otro es la "conciencia", la terrible conciencia, aquel conjunto de valores negativos y prohibiciones de los padres, que están sumergidos principalmente en el inconsciente, y que cuando caemos en la cuenta de haber desobedecido, nos sentimos mal.


Un buen maestro de psiquiatría que tuve hace muchos años me explicaba esto con una sencilla metáfora: el "ello" era ese animalito que todos llevamos dentro y que sólo busca el placer de gratificar sus instintos e impulsos más bajos; el "superyo" era el policía que también todos llevamos dentro, o ese angelito que nos habla al oído diciéndonos si hicimos bien o mal; y el "ego" era yo debatiéndome entre los primeros dos y las circunstancias, era yo mismo, muchas veces, eludiendo mi verdadero ser. Por cierto, me dijo, el ego suele estar muy confundido aunque él crea estar siempre en lo correcto.


No se trata de darte una clase de psicología, pero pienso que es importante que sepas de dónde proviene el uso de la palabra ego y lo que significa en una hipótesis de estructura mental. Hoy en día, existen cientos de psicólogos que desacreditan las hipótesis de Freud, incluso yo mismo no estoy de acuerdo con algunas de ellas y sé perfectamente que hay mucho más de lo que este gran genio nos aportó; sin embargo, es menester por justicia de evolución mencionar que las aportaciones del maestro Freud fueron y serán por siempre de extrema valía para la incipiente comprensión de la mente humana.


De esta forma, quise explicarte que el ego es parte de tu estructura mental, de tu personalidad, así será mientras sigamos siendo humanos. Es parte de lo que todos traemos en este "paquete" llamado persona. El ego es esa parte de nosotros que quiere estar en contacto con una realidad, "una". Pero verás que a lo largo de este libro podremos damos cuenta de que hay "otra" realidad y que todos las vivimos al mismo tiempo, sólo es cuestión de que nos demos cuenta.


Para explicarme mejor, imagina que tú y yo como humanos siempre nos estamos debatiendo para decidir entre dos personajes interiores que quieren opinar acerca de lo que hacemos, decimos o pensamos: el ego y el espíritu. Tal corno en la metáfora que muestro en la introducción de este libro. Ahora bien, parte de tu aventura diaria de vivir es con cuál de ellos dos te "identificas". Es cuestión de identidad. En el libro Un Curso de Milagros, se usa la palabra Identidad con "I" mayúscula para hacer alusión a tu relación con el ser espiritual que todos llevamos dentro, y se usa la palabra identidad con "i" minúscula para asociarla al ego. Todos tenemos ambas identidades, el problema surge cuando nos acostumbramos sólo a la del ego y sólo a través de ésa vivimos. Las consecuencias siempre son funestas, lo analizaremos más adelante. Aquí lo más curioso es que la mayoría de los seres humanos no nos damos cuenta de hasta qué punto nos identificamos con el ego. Necesitamos comprender que el ego no es nuestro verdadero ser, sino sólo una máscara.


A lo largo de los años he observado que las personas con menos autoestima son las que más se refugian detrás de la máscara del ego. Y esas personas suelen ignorar quiénes son en realidad. Es por eso que se esconden tras las máscaras del ego y buscan caretas que los hagan sentirse importantes, famosos, literalmente con la imagen del éxito, atractivos o atractivas, jóvenes, siempre con la imagen de estar por arriba de todos los demás, de ser muy diferentes.


Vivir cayendo diariamente en las trampas del ego, nos hace sentir el espejismo del éxito por el momentáneo placer de que ganamos, logramos y alcanzamos metas, pero "siempre demostrando" a los demás que somos mejores que ellos. No es que esté mal ganar o lograr metas, sino que una cosa es alcanzadas y otra es sentir la necesidad de demostrado a los demás para reafirmar nuestro encumbrado lugar en el organigrama social. Si has sentido alguna vez esta necesidad de demostrar que eres el más guapo o la más guapa, el más atractivo o la más atractiva, el o la más inteligente, quien tiene más dinero y poder, si has sentido la necesidad de usar ropa de determinada marca para sentirte bien mostrándola a los demás, si siempre quieres tener la razón en todo y para todo, si alguna vez has guardado odio o rencor en tu corazón, si siempre te gusta mandar y que los demás hagan lo que tú dices, si mientes para lograr tus objetivos ocultos, entonces, sin la más mínima duda, ya conoces lo que es el ego.


Si ya te has dado cuenta en tu propia vida de lo que es el ego y el espejismo de su éxito, también ya debes de haberte dado cuenta de cuáles son las consecuencias; si no, no tardarás en sufridas. De todas maneras, aquí te presento un cuadro con las principales diferencias que experimentarás cuando te identificas con tu ego o con tu espíritu:


Tu Identidad con el Ego

Tu Identidad con el Espíritu

  1. Conciencia Individual
Conciencia Universal.

  1. Actos condicionados a ganar. Necesita demostrar que es mejor en algún área de afectación
Actos puros, experimenta paz. No necesita nada.

  1. Percepción del tiempo lineal
Percepción del tiempo sincrónico.

  1. Actúa en el tiempo, espacio y casualidad.
Actúa fuera del tiempo, espacio y causalidad.

  1. Autopercepción temporal y limitada.
Autopercepción intemporal e infinita.

  1. Mente racional.
Mente intuitiva y creativa

  1. Mente condicionada a pensamientos y comportamientos habituales, forjada por las experiencias individuales y/o colectivas.
Mente no condicionada, infinitamente correlacionada, infinitamente creativa.

  1. Divide
Une

  1. Dialogo interno; esto soy yo y esto es mío.
Dialogo interno: todo esto soy yo y todo esto es de todos.

  1. Dominada por el temor.
Dominada por el amor.

  1. Requiere energía
Es energía

  1. Necesita aprobación.
Inmune a la crítica y/o adulación.

  1. Interpreta su yo como algo distinto a lo observado.
Sabe que el yo observador y lo observado es lo mismo.

  1. Algorítmica.
No algorítmica

  1. Activa cuando los sentidos están activos porque la experiencia sensorial es lo único en lo que cree.
Siempre activa, incluso más accesible cuando los sentidos se han suspendido o se han desplazado (p. ej. Al dormir y durante el sueño, meditación, sopor, trance, oración).

  1. Se expresa a través del sistema nervioso intencionado (elección individual).
Se expresa a través del sistema nervioso autónomo y del sistema endócrino, y sobre todo a través de la sincronía de estos dos sistemas.


Quien vive bajo las máscaras del ego, es quien siempre necesita demostrar que es mejor que los demás en determinada área. Y precisamente esa necesidad se transforma en su propia prisión en la vida. Al igual que cualquier otro humano que se encuentra en evolución, yo también he pasado por estas trampas. Hoy me queda claro porqué cambió la temática de mis conferencias en los últimos años. Y es que los apasionantes temas de liderazgo, fe cómo ser mejor, y temas afines, ya no resuenan en mi interior desde hace algún tiempo. En su momento me los creí, incluso se me catalogó como uno de los mejores conferenciantes en esas áreas, hasta llegué a dar clases en una afamada institución que me hacía sentir importante. Hoy veo tan claro por qué ya no estoy ahí. Ya no pertenezco. Ya no creo en las cosas que hace años dije y hasta me di cuenta del error humano que predicaba. Quizá por ello sigo escribiendo, porque algunas cosas que expresé en mis primeros libros dejaron de resonar en mí, en esta etapa de mi vida, y por eso escribo otra obra con la que vibro hoy. He llegado a darme cuenta de que hay algo más allá del ego y me ha gustado.


Hoy en día, en mis conferencias ya no es mi interés primario y fundamental el que la gente sea líder o que sea mejor, o que logre ser el número uno en ventas de su empresa. No. Ya no. Hoy en día, gracias a una Nueva Conciencia, lo que me interesa es que la gente sea feliz, así, tal como es. Que aprenda que todos venimos con una misión y que cumplida debe ser una de las experiencias más agradables del mundo. En esto creo hoy. No estoy en contra de la superación personal, lo que te quiero decir, es que hoy en día veo con igual respeto y amor a un líder que a un seguidor, a un empresario que a un empleado, a un intelectual que a la servidumbre en su dimensión de humanos. Hoy sé que todos están bien, básicamente bien. Y lo más irónico: me he dado cuenta de que cuando una persona es feliz así, tal como es, como consecuencia vive el éxito, el verdadero éxito en la vida.


Éste es el tipo de éxito del que hablo en este capítulo, del verdadero, del que es como una mariposa en el jardín, aquella que cuando con esfuerzo la quieres atrapar, se te escabulle entre sus giros por el aire, pero cuando estás en paz contigo mismo, la mariposa vuela hacia ti y se posa en tu hombro.


Quise escribir acerca de esta Nueva Conciencia del éxito cuando me percaté de que hace años admiraba a la gente que ostentaba títulos y me impactaba por sus triunfos; en cambio hoy, admiro mucho más a la gente que es buena. Ya desde mi libro anterior, Siempre hay otra opción, empezaba a vislumbrar esta gran verdad; en él escribí un breve capítulo llamado "¿Qué recuerdas?" en donde comparto con mis lectores un breve cuestionario, para que al final lleguemos juntos a la gran conclusión: ayudar es mucho más importante que ganar. Llega un momento en que despiertas y te das cuenta de esto.


Con el paso del tiempo, cuando descubrí que el ego favorecía mi conciencia de separación, me aislaba de la gente, encontrando tantas y tantas diferencias que discriminaba, y así lo que logré fue sentirme solo. Pasó el tiempo y gracias a Nueva Conciencia descubrí mi identidad espiritual y que ésta me fundía con todo y con todos siendo Uno con ellos en todo momento; así me empecé a sentir completo, unido, en paz. Pero cuando descubrí que yo podría elegir con quién identificarme, con el ego o con el espíritu, con una gran emoción me di cuenta de ...

Continuará...
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capítulo 288 Volumén 2: Liberándonos del Sufrimiento