Ley de Atracción: Sentirse bien


Estremecimiento por comando

El arte de sentirse bien no es exactamente algo en lo que hayamos avanzado mucho, así que la meta es aprender a hacerla sobre la marcha.

En ocasiones, ese cambio requiere de un poco (o mucho) de esfuerzo, otras veces descubrirás que puedes hacerla en un abrir y cerrar de ojos. Pero, sin importar lo que se necesite hacer, es fundamental hacerla, cambiar, subir, aunque sea un poco, del lugar donde te encuentras. ¿Cómo? Volvamos a nuestro costal de los trucos mágicos.

Hay tres formas básicas para empezar a sentirse bien, y ya hemos hablado de dos de ellas. Una es buscar, mirar o pensar en algo, en cualquier cosa que nos produzca placer. La otra es hablar con uno mismo hasta lograr un cambio de vibración. La tercera, que es la que exploraremos ahora, se llama "estremecimiento", el cual provocará en ti un cambio de vibración EN ESTE MOMENTO.

Estremecerse es una de las formas más fáciles y rápidas que existen para elevar tus vibraciones. Naturalmente, diferentes ocasiones requieren de diferentes técnicas. En ocasiones cierta actitud lo produce; otras, se requiere de dos o tres métodos para abandonar nuestra adicción a las emociones negativas. Estremecerse es sólo una manera de hacerlo, pero es una técnica. He encontrado que puede ser dinamita pura; la uso casi todos los días de mi vida, aunque sólo sea por un momento o dos.

Una de las razones por las cuales aprender a estremecerse es tan fácil, es porque se puede emplear un impulso para lograrlo. Lo que anhelamos, parte de un sentimiento que emana de las profundidades mismas de tu ser. Una vez que está activada (una sensación que puedes lograr en menos de un segundo), todo tu cuerpo habrá encendido motores para vibrar en una frecuencia mucho más alta. Tu válvula está completamente abierta, la fuerza de la vida creativa a la que estaba conectado sólo por un hilo -apenas para mantenerla funcionando- ahora fluye a través de ti. Está en absoluta alineación con tu Ser interno/Ser expandido, y, puedes sentir la sensación, ¡precisamente en la boca de tu estómago!
Eso es lo que hace tan divertido al estremecimiento. A través de la emoción, estás creando una innegable sensación física para usarla como un indicador del cambio de vibraciones en tu cuerpo. El proceso completo no es más que un rápido uno-dos y, ¡LOTERÍA!, lo has conseguido.

El impulso para arrancar

Puesto que somos una especie de batería que permanece inerte hasta que nos cargamos, descubrí que la manera más fácil de provocar el estremecimiento era haciendo algo físico que me impulsara hacia un sentimiento agradable. Así que, a falta de cables, ¡recurrí a una sonrisa!

Así es, una pequeña y significativa sonrisa del tipo que nos hace derretimos como la mantequilla en un bollo caliente; la clase de sonrisa que uno no puede evitar al ver a un grupo de gatitos recién nacidos que se revuelcan uno sobre otro, o a un bebé que se ríe sólo por reírse. No una sonrisa fingida, sino una tierna y amorosa, como cuando un niño te enseña su tesoro más preciado. Es una sonrisa externa, sí, pero que se origina en un valioso sentimiento de cariño e interés que está en nuestro interior.

Mientras experimentas ese sentimiento y lo atraes desde tu interior, podrás sentir cómo sonríes desde lo más profundo de tu ser.  Ahora tienes la que yo llamo la "gentil sonrisa interna", una sensación cálida, encantadora, que se percibe como un suave estremecimiento, o como un delicado remolino. Tal vez percibas un leve cosquilleo aquí y allá.

¡Vamos, por favor! No intentes encontrar una explosión de gozo. El sentimiento va a ser muy sutil al principio. No esperes un huracán que te sacuda y te haga dar vueltas, sólo un delicado -pero notorio- cambio. Sentirás que ese cambio procede de tu interior. Algunas veces sentirás que te sale de atrás de las orejas, otras de tu corazón, otras, de tu plexo solar, otras más de lo alto de tu cabeza, y algunas más de todo tu cuerpo. Si no lo sientes inmediatamente..., mantente relajado y no te preocupes. Sólo declara tu deseo al universo (para sentir el estremecimiento) como un "quiero", o como un propósito. Te garantizo que llegará.

Así que, aproximadamente en uno o dos segundos, habrás logrado que el estremecimiento siga a la "gentil sonrisa interna" (créeme, lo sabrás cuando la tengas) y que tu energía cambie radicalmente. Es un "sentirte bien" instantáneo y también una instantánea elevación de tu frecuencia, que inicia ron una cálida sonrisa externa que proviene de esa también cálida y suave "gentil sonrisa interna".

Continuará...

Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 97 Volumén 2