Paso Dos:
Claridad.
Spot era un perro callejero del que me adueñé cuando estaba en la universidad. Pero solía irse vagando y destruir los jardines de los vecinos, correr a la calle y hacer que los conductores amarraran los frenos, y ser una molestia en general. Así que le puse una pequeña correa. Pero me sentía culpable por ponerle a este gran amigo una correa de un
metro. Compré una correa más grande, dos metros de libertad, y se la puse a Spot. Luego me alejé a dos metros de distancia y llamé a Spot. Él corrió hacia mí... un metro.
Claridad.
Spot era un perro callejero del que me adueñé cuando estaba en la universidad. Pero solía irse vagando y destruir los jardines de los vecinos, correr a la calle y hacer que los conductores amarraran los frenos, y ser una molestia en general. Así que le puse una pequeña correa. Pero me sentía culpable por ponerle a este gran amigo una correa de un
metro. Compré una correa más grande, dos metros de libertad, y se la puse a Spot. Luego me alejé a dos metros de distancia y llamé a Spot. Él corrió hacia mí... un metro.
No pasó un centímetro más de la longitud de la correa antigua. Tuve que ir hacia Spot, abrazarlo y llevarlo hacia el límite de los dos metros de la correa nueva. De ahí en adelante, usó toda la correa.
Creo que cada uno de nosotros tiene un límite que hemos fijado en nuestra libertad. Necesitamos un “profesor de milagros” para ayudarnos a ver que en realidad no tenemos límites.
Enfóquese en lo que quiere, y que una de sus intenciones sea librarse de las creencias antiguas para que pueda crear la vida que desea. Exprese su intención al mundo y permítale venir en pos de usted.
Es muy fácil regresar a las viejas maneras de pensar, total después de tanto tiempo ya se había acomodado con ellas, sentir lástima de nosotros mismos y hacernos la víctima, además eso de cambiar es enfrentarnos a algo desconocido que genera estrés y signos de interrogación, pero de seguro esta leyendo esté capítulo porque sí desea cambiar. Le recuerdo que simplemente vivir es un riesgo, entonces deje su zona de comodidad y vaya al encuentro de la vida. La gran mayoría de sus amigos actuales probablemente no apoyarán su deseo de crear milagros. Una nueva conciencia ha sido criticada por la iglesia, la psicología y gente que ve minada su seguridad en el despertar de usted. Entonces adelante, descubra que se puede manifestar todo lo que siempre ha anhelado.
Tener claridad con nuestras creencias, es como un equipo de fútbol. Si uno de esos jugadores está lesionado, o molesto, se siente rechazado o enojado porque el entrenador lo ignoró hace un rato o su novia lo dejó, ese jugador puede poner en peligro o sabotear por sí solo el éxito de todo el equipo.
Usted es como ese equipo de fútbol. Si todos sus componentes, todas las creencias dentro de su ser, están alineadas, no hay ningún problema. Usted logrará sus deseos. Pero si hay una parte de su ser, cualquier creencia que no apoya su intención, pondrá en peligro y saboteará su éxito. Por eso tal vez usted pudo haber tenido mala suerte con el amor, romance, dinero o salud. Hay una parte de su ser que no lo quiere. Debemos sanar esa parte. Una vez que lo haga, tendrá claridad.
¿Cómo sabe si tiene claridad en este momento? Piense en algo que quiera tener, hacer o ser. ¿Por qué no lo tiene todavía? Si su respuesta es algo negativo, usted no tiene claridad. Si dice algo que no sea con sinceridad: “Sé que viene en camino a mí”, probablemente no tenga claridad interna de lo que desea. Otra pregunta que debe hacerse es, “¿Qué significa que todavía no tiene lo que desea?”
Su respuesta a esa pregunta revelará sus creencias. Por ejemplo, si dice: “Primero tengo que hacer esto o aquello”, usted tiene una creencia de que tiene que hacer algo antes de poder tener lo que desea. Si dice: “Mi alma no quiere que yo tenga esto,” entonces está declarando sus propias creencias de lo que piensa que su alma quiere para usted.
Si dice: “No sé cómo conseguir lo que quiero,” entonces está revelando una creencia que dice que tiene que saber cómo conseguir lo que quiere antes de que pueda obtenerlo.
Sus creencias limitantes no son difíciles de encontrar, por lo general causan estrés, no las situaciones de su negocio o de su vida. “Una cosa es lo que te pasa en la vida y otra lo que tú decidiste que significara.
“Cambia tus conclusiones, o tus creencias, acerca de los sucesos de tu pasado,” “y puedes cambiar la manera en que vives tu vida hoy. Ciertas creencias de verdad pueden activarnos.”
Las creencias forman nuestra manera de sentir, de pensar y de actuar.
“A medida que observas cada creencia, pregúntate si la crees,” y “Si la crees, pregúntate por qué la crees. Explora con calma tus propias razones para aceptar esta creencia contraproducente.” He aquí doce creencias contraproducentes principales.
1. No merezco ser amado.
2. No importa lo que haga, debería estar haciendo otra cosa.
3. Si todavía no ha ocurrido, nunca ocurrirá.
4. Si supieras cómo soy en realidad, no me querrías.
5. No sé lo que quiero.
6. Hago enojar a la gente.
7. El sexo es algo sucio y repugnante; hazlo sólo con la persona que amas.
8. Mejor deja de desear; si te emocionas, saldrás lastimado.
9. Si fracaso, debo sentirme muy mal por mucho tiempo y estar muy asustado como para intentarlo de nuevo.
10. Ya debería haber logrado esto.
11. He sufrido tanto que merezco que la vida me pague con creces.
12. Soy muy bueno, no le he hecho daño a nadie por lo tanto merezco ser premiado.
2. No importa lo que haga, debería estar haciendo otra cosa.
3. Si todavía no ha ocurrido, nunca ocurrirá.
4. Si supieras cómo soy en realidad, no me querrías.
5. No sé lo que quiero.
6. Hago enojar a la gente.
7. El sexo es algo sucio y repugnante; hazlo sólo con la persona que amas.
8. Mejor deja de desear; si te emocionas, saldrás lastimado.
9. Si fracaso, debo sentirme muy mal por mucho tiempo y estar muy asustado como para intentarlo de nuevo.
10. Ya debería haber logrado esto.
11. He sufrido tanto que merezco que la vida me pague con creces.
12. Soy muy bueno, no le he hecho daño a nadie por lo tanto merezco ser premiado.
Continuará...
Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 88 Volumén 2