¿Quién eres? ¿Cómo te defines a tí mismo? ¿Qué te hace diferente? ¿Qué te hace especial? ¿Cuál es esa contribución única y particular que tienes para hacer en este mundo? ¿Cómo puedes hacer realidad tus increíbles potencialidades?
Raramente tenemos el tiempo o la inclinación de ponernos a pensar en este tipo de cuestiones. La mayor parte de nuestros días se llenan haciendo las mismas cosas. Si alguna vez miramos más allá de nuestras tareas del día a día, comenzamos a considerar nuestras metas de más largo plazo. Sin embargo, hay algo que está aún más allá de las metas.
Cada uno de nosotros tiene un propósito de vida determinado y singular.
Aunque muy pocas veces pensemos en ello, ese propósito se da a conocer por sí mismo de muchas maneras. Aquellos que son auténticos para con su propio propósito encuentran felicidad, plenitud y éxito. Quienes actúan en contra de ese propósito sólo encuentran gran frustración y desilusión.
Aunque muy pocas veces pensemos en ello, ese propósito se da a conocer por sí mismo de muchas maneras. Aquellos que son auténticos para con su propio propósito encuentran felicidad, plenitud y éxito. Quienes actúan en contra de ese propósito sólo encuentran gran frustración y desilusión.
Tú sabes tu dirección de e-mail, sabes tu número de teléfono, sabes el domicilio donde vives, conoces la descripción de tu puesto de trabajo. Sabes cuánto mides, cuánto pesas, qué tipos de comida te gustan. Todas estas cosas te describen, aunque no te definen realmente. Tus características exteriores y visibles constituyen, en el mejor de los casos, evidencia circunstancial de la persona única e irrepetible que tú eres.
La mayoría de nosotros no presta demasiada atención a descubrir, comprender y alimentar a nuestra verdadera esencia, a nuestro ser interior. No obstante, dedicar algo de esfuerzo -y realmente requiere esfuerzo- a aprender más acerca de nuestro ser interior, puede ser de gran ayuda. ¿Qué pasaría si estuvieses dedicando cada día a trabajar en tu contra? ¿Cuánto lograrías? ¿Qué pasaría si, cada mañana, trabajases en preparar propuestas para clientes, luego te fueses a almorzar y después del almuerzo, dedicases la tarde a romper las propuestas y tirar las hojas rotas a la basura?. ¿Para qué serviría semejante comportamiento?
Si no eres consciente de tu propio ser interior, podrías estar haciendo algo muy similar. Puedes pasarte trabajando todo el día, todos los días, creando cosas que no te sirven o no deseas. Cuanto mejor te conozcas y comprendas, más eficazmente podrás hacer lo tuyo. Teniendo una sólida comprensión de tu propia y única naturaleza, puedes organizar tu inmenso poder personal, en lugar de estar trabajando en contra de él.
Demasiado a menudo tomamos decisiones basándonos en los valores de los demás, o en la conveniencia del momento. Y luego nos preguntamos por qué la vida parece tan vacía y frustrante. Alguien seguirá una profesión en la cual tiene poco interés o aptitudes, sólo porque deja buen dinero, y luego se preguntará por qué su carrera parece no estar yendo hacia ninguna parte.
Seguro, el dinero tiene una importancia crítica. Sin embargo, hay muchas, muchísimas maneras de ganar dinero. Y tu máxima esperanza de ser exitoso financieramente, es trabajar con pasión y compromiso. Esto implica hacer algo que te interese, que te emocione y que te desafíe de una manera positiva; algo que esté alineado con la verdadera persona que llevas en tu interior. Implica hacer algo que requiera lo mejor de tí, y que saque provecho de tus propias fortalezas, de modo que puedas crear el mayor valor a través de tu esfuerzo.
Encontrarte a tí mismo no significa rechazar a aquellos que te rodean, ni abandonar tus responsabilidades. En cambio, se trata de relacionarse con esas personas y de hacerte cargo de esas responsabilidades de una manera más auténtica, de dar pequeños golpecitos a la puerta del inmenso poder de tu propia esencia. No se trata de unirte a algún culto ni de abandonar tu fe. Se trata de fortalecer las conexiones entre tu verdadero ser y las cosas que son importantes para tí. Se trata de comprenderte a tí mismo y a tus prioridades, y de usar esa comprensión para ser más efectivo en todo lo que haces.
Estando más familiarizado con quien tú eres, estás mejor preparado para ver posibilidades positivas en cualquier situación. Así puedes comprender mejor tus frustraciones y encontrar maneras realistas para salir de ellas. Puedes ver más claramente las increíbles oportunidades de tu vida, y cómo puedes hacer realidad esas oportunidades para vivir con sentido, alegría y verdadera plenitud.
¿Qué estás buscando?
Entonces, has decidido que debes "encontrarte a tí mismo". ¿Qué estás buscando, exactamente? Ante todo, debes echar una mirada objetiva a las cosas que hacen de tí la persona que eres. Estos atributos incluyen tu sentido de vida, tu vasto conjunto de habilidades, tu riqueza oculta, tus pasiones, el estado de ánimo en el que eres más efectivo, tus prioridades y las cosas que te motivan a poner manos a la obra. Estás buscando principalmente características y patrones en tu vida interior.
Entonces, ¿cómo estableces contacto contigo mismo, cómo descubres y aprecias la persona hermosa, única e irrepetible que vive en el interior de todos tus ropajes superficiales? ¿Cómo descubres a la persona apasionada y decidida que yace en el centro de todo lo que haces? Lo primero y principal que debes hacer, es mirar. Esto suena simplista y hasta obvio, sin embargo muchas veces las personas no se miran a sí mismas más allá de los niveles superficiales de las apariencias, de aquello que poseen y de sus tareas. Hay tanto más en ti que cómo te ves, cuánto tienes e incluso qué haces. Hay alguien en tu interior que tiene valores, deseos y sueños únicos. Tu yo interior tiene una misión muy bien definida, y una muy fuerte pasión por esa misión. Y cuando hagas el esfuerzo de mirar, comenzarás a verlo.
Un medio efectivo para comprenderte mejor es a través de una serie de preguntas exploratorias de introspección. Es mejor si respondes a estas preguntas por escrito, de modo que puedas releer y revisar tus pensamientos con cierto grado de objetividad. Es importante ser honesto, hacer el ejercicio pensando cuidadosamente las respuestas, y respondiéndolas tan exhaustivamente como sea posible. Estás haciendo esto por tí, para ayudarte a comprender cómo vivir en más armonía con tus propios fines. Nadie más que tú tiene que ver tus respuestas, así que se tan abierto, honesto y sincero contigo mismo como puedas.
Continuará...
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Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 81 Volumén 2