Parte V
Parte VI
"La gente no le tiene miedo al cambio, sino a la incertidumbre que genera el cambio." Alvin Toffler
Resistencia al Cambio
La resistencia al cambio es algo normal en este proceso, todos deseamos tener una vida mejor, pero la creación de esta nueva vida no es sencillo, requiere de tiempo, paciencia y mucha apertura por parte de nosotros. Este es el momento de enfrentarnos con nuestra realidad y sobre todo de responsabilizarnos de ello. Ya no podemos culpar a la gente o a nuestra mala suerte del estado en el que nos encontramos. Solo nosotros tenemos el poder de hacernos el bien o el mal, de avanzar o quedarnos estancados, somos nosotros los que gobernamos nuestros sentimientos, emociones y pensamientos, así que solo nosotros podemos hacer los cambios, para empezar a crearnos una realidad diferente.
El primer paso para cambiar es nuestro deseo de hacerlo, nuestra decisión y voluntad. Después será el conocimiento de lo que tenemos que cambiar, en este paso podemos ver nuestros defectos de muchas maneras, puede ser que algo nos ha molestado o limitado desde siempre y es evidente en nosotros. También puede ser que lo veamos reflejado en la gente que está a nuestro alrededor, tal vez criticas a tu amiga por ser mentirosa y si analizas un poco, tal vez tú también recurras a la mentira continuamente.
Empiezan las coincidencias, y podemos ver temas, libros o gente, que pueden ayudarnos a disolver nuestro problema.
Podemos reaccionar de muchas maneras ante esta situación, el resistirnos a cambiar se puede ver reflejado en actitudes como: Cambiar el tema de conversación, enojarte, fumar, hacer algo para mantenerte entretenido, perder el tiempo, no terminar de leer un libro de auto-ayuda, etc. Las siguientes son algunas reacciones, de muchas, que denotan la evasión del tema, también hay otras reacciones que se ven reflejadas en algunas frases, tales como: Es demasiado caro, es mucho trabajo, no le tengo fe, si no cambian ellos tampoco yo, yo soy así, no puedo faltar a mi trabajo, va contra mi religión y mi filosofía, soy demasiado viejo, no tengo tiempo ahora pero lo haré después, yo estoy bien, son ellos los que están mal, ¿Qué pensarían los vecinos?, si expreso mis sentimientos me lastimarán.
La lista es interminable, todos los pretextos para no cambiar son aplicables a nuestra resistencia. No hay razón para no hacerlo, siempre hay alternativas para cambiar, sin gastar dinero, sin invertir todo tu tiempo, el verdadero cambio está en nuestra conciencia y es un proceso que se da mientras sigues desempeñando todas funciones, todas tus labores... mientras sigue el curso de la vida.
Liberación de la Necesidad
Liberar nuestra necesidad, es curar el problema, es localizar la raíz de el, para que automáticamente el problema que salta a la vista desaparezca sin sufrimiento.
Hay muchos problemas que continuamente la gente quiere dejar "con fuerza de voluntad" por ejemplo, dejar de fumar o seguir una dieta. En realidad, estos no son el problema, son síntomas de un problema real, que reside más a fondo ¿qué es lo que te hace fumar? Tal vez la tensión del trabajo, la inestabilidad económica, la inseguridad de ti mismo, el miedo a la vida, etc., ¿Qué es lo que te hace comer compulsivamente? La soledad, el desamor, la necesidad de ser protegido, la depresión, etc.
Cuando utilizamos nuestra "fuerza de voluntad" para eliminar un problema, lo que estamos provocando es una lucha intensa entre lo que queremos y debemos hacer, es ir en contra de nosotros mismos, es un suplicio constante y una batalla que terminará porque descubramos "que no tenemos disciplina ni voluntad" y desistamos del cambio.
Si nosotros logramos localizar la necesidad que hace que nos refugiemos en ese problema, estaremos liberándolo. Si tienes seguridad en ti mismo y el futuro deja de ser incierto para ti, no tendrás necesidad de fumar. Si te sientes amada y protegida, no tendrás la necesidad de refugiarte en la comida para "consentirte". Al liberar la necesidad, liberamos el problema sin sufrimientos y lo mejor de todo ¡para siempre!.
Actitudes que no nos dejan avanzar
El mal concepto que tenemos hacia nosotros mismos, es lo que puede atorar nuestro proceso de cambio, si sientes que no eres digno de ser mejor, que no eres competente, si no te amas a ti mismo, si en lugar de ayudarte te criticas, si vives lamentándote por el éxito de los demás, deseando que ese éxito hubiera sido para ti. Si no empiezas por perdonarte a ti mismo, perdonar tus errores, aceptar que eres un ser humano con derecho a equivocarse, no podrás avanzar en el cambio. Es necesario liberar preocupaciones inútiles que solo nos quitan tiempo y energía y abocarnos a nuestro problema central. Se amable contigo mismo, demuéstrate a ti mismo lo mucho que te amas y no estés a la defensiva, ni preparando el auto-ataque para después lamentarte.
"La peor derrota de una persona es cuando pierde su entusiasmo." -H.W. Arnold
Del Taller de Autoestima Volumén 1 de Juan Carlos Fernández