Introducción
Autoestima: “El Primer Escalón del Éxito” .
"Lo que nos sucede no es lo que nos afecta, sino la interpretación
que hacemos de eso que nos sucede" -Viola Edward
Este taller es un apasionante viaje por el arte de ser humano. Constituye una aportación para ayudarte a alcanzar un nivel más elevado de conciencia; una nueva conciencia, en donde tus pensamientos resulten ser tan poderosos, que puedan afectar al mundo que te circunda, tus relaciones personales, la manifestación física, material y tu perspectiva con el mundo en general. Sin embargo, mis palabras no van a hacerlo real, sólo el experimentar en tu vida lo convertirá en tu realidad; por eso es un taller.
No se basa este proyecto en enseñarte una verdad, sino en que descubras tú verdad, tú propio poder y con ello recuerdes quién eres.
Descubrir la membresía que nos integra a este mágico Universo del cuál somos parte para vivir plenamente y sobre todo para lograr una armonía emocional, mental, física material y espiritual.
Este apasionante viaje a través del crecimiento como ser humano, supone disipar algunas falsas creencias que existieron en su pasado y llegar a un nuevo conjunto de conocimientos. Con tus nuevas herramientas, pasarás...
-... de saber que vivir en un mundo con limitaciones, a saber que tú realidad última y tú propio potencial son ilimitados.
-... de saber que estás determinado por tu herencia, las circunstancias y fuerzas externas, a saber que creas tu propia realidad, que hay fuerzas divinas que actúan "con y dentro de" ti..
-... de saber que la existencia humana suele ser mala y peligrosa, a saber que toda experiencia humana es una bendición y que por algo sucede. Ese algo es un motivo superior y positivo.
-... de saber que dependemos de circunstancias, decisiones y personas fuera de tú control, a saber que esta dentro de ti el más grande poder del Universo para ayudarte a crear lo que deseas.
-... de saber que nos espera un futuro difícil y cada vez peor, a saber a ciencia cierta que nos espera un futuro extraordinario y bello, cada vez mejor y en donde llegaremos a emocionamos por existir.
Sé que varias cosas que trataremos en este viaje las dudarán algunas personas y otras las negarán. Que así sea. Son la verdad, según yo las vivo día con día, y salen de mi corazón.
El taller de autoestima nació en Septiembre de 2005 para compartir abierta y desinteresadamente con personas necesitadas de respuestas y encontrar luz en su camino de vida, sin pedirte nada a cambio y sin costo alguno, por lo que te pido que lo compartas con el mismo amor con que yo lo hago. No tiene que ver con ninguna religión, el color de tú piel, en dónde vivas, tu afiliación política ó cualquier otra creencia que nos divida. Es más este taller tiene que ver muy poco con un enfoque tradicional de psicología.
No es estrictamente necesario seguir la secuencia numérica de los capítulos, a excepción de algunos capítulos seriados, los cuáles al inicio del capítulo así lo indica, ó en el titulo dice Parte 1 ó Parte 2, etc.. y que también están indicados en el índice.
Si sientes el deseo de leer algunos simplemente guiado por porque el título te llame la atención, esta bien, ello corresponde a la orientación de tu guía interior, aunque retrospectivamente si veo una evolución en el tratamiento de los temas con el tiempo, seguramente influido por mi propio crecimiento.
Ha sido un gran gozo planear éste taller de autoestima, pero es una emoción indescriptiblemente mucho mayor, "vivir" en la nueva conciencia de la que hablamos, te deseo la misma emoción por existir y más, con tu nuevo descubrimiento: Tú Mismo.
Adquirir una Nueva Conciencia de nosotros mismos es todo un desafío ante los hábitos del ser humano. Plantear una reconstrucción mental pareciera difícil, pero se torna sumamente fácil cuando se dimensiona el bien que se puede llegar a alcanzar.
Una de las mayores lecciones que podemos aprender los seres humanos es saber el motivo de nuestros comportamientos. Todo ser humano tiende a evitar el dolor o sufrimiento y a buscar la felicidad o el placer. Créame que se visualizará una perspectiva diferente ante la vida cuando se tiene plena conciencia de esta dinámica mental tan interesante en el ser humano.
Cuando alguien experimenta cierta dificultad para iniciar algo nuevo en su vida es porque resulta natural al ser humano ese sentimiento de miedo ante el cambio, lo que dificulta el mismo. El cambio, por definición, implica cierto temor hacia lo desconocido. Platón, gran filósofo griego, decía que el valor y la cobardía no existían, sino que lo que verdaderamente existía era el conocimiento o la ignorancia; veamos, si a un niño pequeño de tan sólo 2 años de edad le pidiéramos que se arrojara al vacío desde el noveno piso de un edificio, le podría asegurar, mientras no interfirieran los padres o ningún adulto, que sí lo haría, claro que lo haría. Ahora bien, también le puedo asegurar que ni usted ni yo estamos pensando en lo valiente que es ese chico para afrontar tal desafío, ¿verdad?; lo que le puedo asegurar es que ese niño no tenía el conocimiento de la grave consecuencia; ignoraba esa información y por ello se lanzó al vacío.
Pero si, por el contrario, le pidiera a usted que se arrojara desde la azotea de su casa, pues no lo haría de ninguna manera (a menos de que tuviera una razón de peso para hacerlo. Le recomiendo terminar de leer todo el material para tomar posteriormente la decisión). Falso sería decir que es usted un cobarde al no acometer tal desafío; lo que verdaderamente sucede es que usted "conoce" las consecuencias del golpe que podría recibir. Ahí está, conocimiento e ignorancia, esa es la dualidad para ejercer muchos de nuestros comportamientos en la vida.
Cuántas veces no ha exclamado usted, " ¡caray!, si yo hubiera sabido esto antes...", o "¡esto ni me lo imaginaba!". Existen un sinnúmero de frases que nos muestran la ignorancia o el conocimiento que teníamos de talo cual cosa. Lo importante de esto es que todo lo que nosotros podamos llegar a conocer servirá como parámetro fundamental de referencia para que posteriormente podamos elegir. Este concepto es aplicable a prácticamente todo en la vida. ¿Cómo vamos a elegir algo que no conocemos?, de aquí lo trascendentemente importante que es conocer. Podríamos llegar a decir que casi en todo momento estamos conociendo.
Cuando leemos, observamos, tocamos, escuchamos, cuando asimilamos información por cualquiera de nuestros cinco sentidos, estamos conociendo, estamos aprendiendo. Y le garantizo que entre más conozca de cualquier área del conocimiento humano, más humano se puede llegar a ser por la capacidad de elección que se incrementa como consecuencia.
Todos nosotros, usted y yo, hemos pasado por momentos muy difíciles, por momentos en donde se ponen a prueba nuestra prudencia, nuestra fortaleza, nuestra templanza, nuestra justicia, etc. Sin embargo, aquí hay algo que también puede ser positivo; nuestra capacidad de decisión, aun en momentos difíciles, la conservamos y gracias a ello es que podemos elegir, podemos decidir en qué fijamos.
Mire, cuando dije "momentos difíciles", quise decir que usted tiene la libertad de elegir, darle más importancia a la palabra "momentos" o a la palabra "difícil es", y en esa decisión ¿verdad que hay una gran diferencia? Recuerdo cuando una amiga mía me hablaba por teléfono un domingo cerca de la media noche. Era uno de sus últimos momentos de vacaciones porque al día siguiente iniciaba un semestre más en sus estudios universitarios. Me hablaba un poco afligida y triste por el fin de sus vacaciones, pero más se percibía su preocupación por el inicio de clases; una vez más levantarse temprano, estudiar, correr a clase, prepararse para los odiosos exámenes. Además, su escuela se caracterizaba por un prestigio de "las más difíciles", de esas escuelas donde a los alumnos se les presenta calvicie, úlceras, alteraciones en la piel, etc. Como ve, algo "muy motivante" para iniciar el semestre.
Ella me decía "estoy un poco preocupada porque mañana inicio un nuevo semestre, y me da un poco de miedito, ¿sabes?". Todavía recuerdo que le respondí algo como: "Te entiendo, yo también me acuerdo de lo espantoso que fue cuando yo inicie a estudiar mi carrera profesional: el reto de nuevas materias; sin embargo, déjame preguntarte algo, ¿no has dimensionado la maravilla que es poder estudiar?, ¿qué prefieres?, estudiar o levantarte a las 4:30 de la madrugada para ir a la Central de Abastos a recoger tu mercancía, cargar1a sobre tus hombros para llegar al mercado y poner tu puesto de verduras y dedicarte a ello; o mejor tener la dicha y la oportunidad de estudiar, vivir la maravillosa aventura de descubrir nuevos mundos y diferentes perspectivas de vida como las que encuentras en una uni-versidad; poder leer sentada en el sillón más cómodo de tu casa saboreando al mismo tiempo un rico café, o preferirías tener que salir a vender periódico y poseer un horizonte tan corto como tu propia nariz, sin sueños que alcanzar, sin desafíos que afrontar. ¡Caray!, emocionarte enormemente al saber que tienes la capacidad de leer y con ella llegar a conocer tanto, pudiendo elegir entre tan variadas opciones que se nos presentan en la vida.
Todavía le agradezco a Dios la oportunidad que me brindó para estudiar, y que con el apoyo de mis padres se reflejara en una mejor educación, más conocimientos y mayor capacidad de elección y decisión, como lógica consecuencia".
Se hizo un silencio en la línea telefónica, luego me respondió "No sé que hiciste, pero ya me dieron ganas de ir mañana a la escuela". ¡Pues claro!, ahí estaba la diferencia; ante el mismo evento (asistir a la escuela) los dos teníamos perspectivas diferentes y con ello experimentábamos emociones distintas. Créame, sí se pueden ver las cosas de manera diferente a como estábamos acostumbrados, basta que usted así lo quiera.
Una vez que nos hemos afianzado a una nueva creencia, a una nueva perspectiva ante la vida, a través del tiempo se empieza a tomar como un verdadero estilo de vida; empezamos a ver las cosas a través del mismo cristal siempre, y tenga la plena certeza de que ese cristal usted mismo lo puede limpiar o ensuciar. Estoy convencido de que la perspectiva que uno llega a tener de la vida es muy similar a la visión que se tiene al ir manejando un automóvil. Cuando maneja va observando todo lo que está delante de usted, para evitar colisiones, saber qué carril le conviene tomar, etc. Pero muy pocas personas se han puesto a reflexionar que para ver todo ello, también fue necesario observar el parabrisas, ¡al mismo tiempo y a través de él!, pero lo más impactante es que casi nadie se da cuenta de esto.
Ese parabrisas podría estar polvoriento, grisáceo, viejo ó estrellado y más de uno podría haber afirmado "¡caray!, que día tan contaminado!". Pues bien, aunque esa es una muy factible realidad dentro de una gran ciudad, podría esa persona llevarse una sorpresa cuando se bajara por un momento del automóvil y viera "la realidad" más despejada, incluso podría restregarse los ojos como no creyendo lo que está frente a él, ¡un día limpio!. Qué interesante si volteara a ver su parabrisas y lo encontrara sucio, qué maravilla si al per-catarse de la causa de tal diferencia, emprendiera la acción y limpiara el parabrisas, lo puliera, y posteriormente regresara al volante para manejar y muy seguramente exclamaría -"¡Qué bello día!". ¿Se imagina?
Pues bien compañeros, el apasionante paseo al que me dispongo invitarlo es a que juntos limpiemos nuestros parabrisas. En nosotros está la decisión para ello. Tú y yo iniciamos el día de hoy una apasionante jornada que no se cuanto tiempo durará, pero estoy seguro que cambiará tu vida. Nos haremos acompañar por muchos maestros: Deepak Chopra, Alejandro Ariza, W. Dyer Wayne, Gregg Braden, Lair Ribeiro, Joseph Morphy, Norman Vincent Peale, Lynn Grabhorn, Neale Donald Walsch, Stephen Covey, Louise L. Hay, Esther y Jerry Hicks, Joe Vitale, Emet Fox, Emilio Guzmán, Ema Godoy, Leo Alcalá, Camilo Cruz, Víctor Frankl, Ralph Waldo Emerson, Harold Kushner, Gerardo Schmedling, Esther y Jerry Hicks, Sergio Valdivia, Anthony Robbins, Robert B. Stone, James Readfield, Daniel Goleman, Jack Canfield, Carl Gustav Jung, Miguel Ruiz, Brian Tracy, Masaru Emoto y algún otro que se me escapa su nombre en este momento además de tu servidor.
Dedico esta obra a mi maestro, el Dr. Alejandro Ariza, quién con su gran valor y conocimiento humano cambió mi vida y la de mi familia.
¡Empecemos!
Juan Carlos Fernández